www.buzos.com.mx 1º de septiembre de 2014 — buzos Escafandra 45 La serpiente de oro, el río Marañón y don Ciro Alegría Ángel trejo RAYGADAS / Periodista - escritor der males en ganga a fin de generar más problemas entre los humanos. En función de ello los pulverizó, empaquetó y echó en una bolsa. A los más comunes –codicia, envidia, violencia física, pereza, etcétera– les impuso precio bajo para Ilustración: Carlos Mejía La serpiente de oro es el río Marañón, que con el Ucayali es uno de los dos afluentes fundadores del río Amazonas en los Andes de Perú; es también el proyecto de minería áurea en polvo del ingeniero limeño Osvaldo Martínez de Calderón; una víbora venenosa (la intihuaraka) y la primera novela del gran escritor peruano Ciro Alegría (1909-1967). Las cuatro cosas integran un mismo artificio alegórico que en términos literarios equivale a los siete mil kilómetros que el Amazonas recorre en Perú, Colombia y Brasil y a los siete millones de kilómetros cuadrados de selvas de la amazonia. Pero los personajes centrales de La serpiente de oro no se limitan al río que “habla, reza, ruge, ronca, carcajea, brama, blasfema, carga y conspira con la oquedad tremante” de un animal matrero como un puma azul, la uta (enfermedad ulcerosa de la piel) y los encantos mágicos de Lucinda. Lo son también la chola Mariana Chiguala, don Matías, Melcha su esposa, sus hijos Arturo, Rogelio y Lucas Vilca, uno de los relatores en primera persona de la novela, junto con don Ciro. Con esta pequeña novela Ciro Alegría ganó en 1935 el Premio de Nascimento de Chile, cuando el autor tenía 26 años de edad e incursionaba por primera vez en la literatura. Seis años más tarde La serpiente de oro hallaría en Yawar fiesta una propuesta alterna, nada diferente en méritos literarios y dramatismo, del otro gran escritor indigenista peruano José María Arguedas, el autor de Los ríos profundos, El zorro de arriba y el zorro de abajo y El Sexto. Nieto de un hacendado rico, hijo de un anarquista y alumno de César Vallejo en Trujillo, a don Ciro le quedaban por escribir 20 libros más en las próximas tres décadas, entre ellos El mundo es ancho y ajeno (1941) –el mayor de todos– Los perros hambrientos (1939), Las aventuras de Machu Picchu y Duelo de Caballeros. En la novela del Marañón Alegría explora el relato oral cotidiano y la descripción de paisajes naturales majestuosos. El texto se inicia así: Por donde el Marañón rompe las cordilleras en un voluntarioso afán de avance, la sierra peruana tiene una bravura de puma acosado. Con ella en torno, no es cosa de estar al descuido. Los balseros de Calemar, puerto ribereño del alto Marañón, se entretienen en pasar gente y chismes de una a otra ribera, en mascar hojas de coca, soñar con las próximas fiestas patronales de pueblos vallinos y andinos, y también en contar relatos de estirpe bíblica. En alguna ocasión el taita Matías contó el episodio fatídico de cuando el diablo se puso a ven- que la gente los comprara y dañaran más personas. El menos conocido y más caro fue el desaliento, cuya oferta fue despreciada. Al final de aquella campaña del buen fin, el diablo echó al aire los polvos del desaliento y con ello a estuvo a punto de acabar con el hombre en la Tierra, porque es el peor mal que una mujer o un hombre pueden sufrir en su vida y su mayor daño es cuando afecta a todo un pueblo.